Con el objetivo de facilitar herramientas prácticas para ayudar las organizaciones a definir estrategias que mejoran su productividad, competitividad y sostenibilidad, la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana (ADCV) da un empuje cualitativo y cuantitativo al proyecto D-Tool, convertido ahora en D-ToolBox. En concreto, pasa de ser una única aplicación a una ‘caja de herramientas’ que aportan mayor valor y flexibilidad y que se irá ampliando de forma continuada. D-ToolBox, desarrollada con el apoyo de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), es de acceso gratuito a cualquier organización, pública y privada.
La herramienta de autodiagnóstico del diseño D-Tool fue lanzada en 2020 y ha tenido una gran acogida y valoración por parte de las organizaciones que la han aplicado, que superan las 300 al cierre de 2021. Sus resultados prácticos le han valido ser incluida como ‘buena práctica’ en la ‘Plataforma de Aprendizaje de Políticas’ del programa Interreg Europe. En su valoración, se destaca su aportación «en la mejora de procesos de innovación en cualquier de sus tres aspectos: innovación de producto, de proceso o de modelo de negocio”, y, con esto, en la “generación de impactos positivos en términos de productividad y competitividad”.
La evolución de D-Tool a D-ToolBox viene acompañada de una revisión de la plataforma digital en la cual se sitúa, economiadisseny.com, que incorpora mejoras en diseño, usabilidad y comunicación.
Al dividir D-Tool en tres herramientas, su uso es más dinámico, ágil y se puede aplicar cada una de manera independiente y en diferentes momentos. Cada una de las herramientas ofrece un resultado directo e inmediato y, si al uso de las tres se le suma la definición del perfil de la empresa usuaria, se obtiene un diagnóstico completo final con indicaciones sobre como el diseño puede usarse ante los problemas o necesidades que la entidad ha expresado. La ‘caja’ se irá completando con otras herramientas, con una actualización continua.
Estos informes están basados en los datos facilitados y en los cruces que se realizan de las respuestas a través de tres herramientas: la Design Ladder -creada por el Danish Design Center -, la Brújula del Diseño y los Patrones de utilidad del diseño, estas dos últimas herramientas propias de la ADCV que proceden del estudio ‘La economía del diseño en la Comunidad Valenciana’.
Alicia García, responsable del proyecto D-Tool, explica que «otra de las novedades es que las herramientas pueden utilizarse sin necesidad de registro previo. Esto permite un uso de D-ToolBox para experimentación, pruebas, etc, algo que antes no podía hacerse. Eliminar ese registro inicial y separar las herramientas abre las utilidades a más usuarios, porque pueden acceder libremente y hacer comparativas desde diferentes aproximaciones de la empresa».
Nueva plataforma en línea
Esta evolución a D-ToolBox viene acompañada de una revisión de la plataforma digital en la cual se sitúa, economiadisseny.com, que incorpora mejoras en diseño, usabilidad y comunicación. Esta web contiene, además, el estudio ‘La Economía del Diseño en la Comunidad Valenciana’.
«Los avances implementados aportan mejoras significativas en la usabilidad e interpretación de este sistema de autodiagnóstico empresarial. El conjunto de herramientas permite a las organizaciones una excelente aproximación a conocer las oportunidades particulares donde innovar a través del diseño”, apunta María Navarro, gerente de la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana (ADCV).
Estas organizaciones han constatado en encuestas realizadas después del uso de D-Tool la importancia del diseño en las estrategias de innovación, puesto que su uso puede generar aumento en la productividad, por su capacidad de crear diferenciación, a la vez que abrir vías complementarias o alternativas a la inversión en procesos de I+D.
El estudio ‘La Economía del Diseño en la Comunidad Valenciana’ se llevó a cabo en 2018, con una muestra de 1.300 empresas de todos los perfiles y sectores de actividad, con apoyo de la consultora GfK y financiación de la AVI. Este proyecto permitió definir, identificar, dimensionar el diseño y evaluar su uso en los principales sectores económicos.
Entre las principales conclusiones, se encuentran que el diseño contribuye con 3.762 millones de euros anuales la economía valenciana -el que supone en torno al 2% del PIB autonómico- y que tres de cada cuatro empresas pertenecientes a la industria, comercio y servicios «son capaces de identificar la rentabilidad del uso del diseño y lo perciben como un beneficio».