«Cuando una marca vela por su reputación, cuida y protege sus diseños»

04/03/21
«Cuando una marca vela por su reputación, cuida y protege sus diseños»

En la segunda entrega de la serie de entrevistas #SomosADCV, conversamos con Iván Sempere, socio fundador y co-CEO de Padima, entidad asociada a la ADCV.

Padima es una firma especializada en la protección, defensa y puesta en valor de la creatividad y la innovación desde la gestión de la propiedad industrial e intelectual (diseño, patentes, marcas, derechos de autor, etc). Trabaja con empresas nacionales y multinacionales, siendo especialmente reconocida por la protección y defensa del diseño. Fundada en 1998, cuenta con oficinas en Madrid y Alicante y con una red de corresponsales en todo el mundo. Actualmente, está integrada por 22 profesionales,  especializados en diferentes áreas: abogados, economistas, agentes de la propiedad industrial, ingenieros y expertos en marketing y comunicación, que trabajan para defender, proteger y poner en valor la innovación.

Desde la perspectiva que os proporcionan los más de 22 años de experiencia de Padima en la protección de la propiedad intelectual, la creatividad y la innovación, ¿cómo ha evolucionado este ámbito?

La evolución es muy positiva, ya que ahora se da más valor a la creatividad y, por tanto, hay un mayor respeto. Esta actitud es fundamental para atraer talento, ya que el talento está y se desarrolla donde se respeta. En el caso concreto del diseño, Padima asesora y defiende los intereses de conocidos profesionales y de las más relevantes empresas de diseño, muchas de ellas de sectores industriales valencianos, como el juguete, textil, calzado, mueble e iluminación, entre otros muchos.

"Que la propiedad intelectual es cosa de grandes es un mito. La clave es gestionarla adecuadamente para que se adapte al momento y realidad de cada empresa"

¿Los profesionales que trabajan en el sector creativo y del diseño aplican, en general, este tipo de estrategias?

Sí. La propiedad intelectual es cada vez más usada y defendida por diseñadores y diseñadoras y empresas de diseño. Todos queremos ser diferentes en nuestra oferta y, especialmente, es el diseño de los productos lo que hace grandes a las marcas. Por eso, cuando una marca quiere cuidar su reputación, cuida y protege sus diseños. Lo mismo ocurre con los/las profesionales del diseño; cuidar sus creaciones es dar valor a su trabajo. Hoy día se compite en todo el mundo y con todo el mundo; por eso, si quieres ser alguien en el mundo del diseño, debes defender tu trabajo, porque los italianos, los franceses, los nórdicos y los americanos, entre otros, sí lo hacen.

En el caso concreto de la Comunitat Valenciana, ¿existe ya una visión estratégica del diseño y de los intangibles por parte de las pymes?

Es cierto que los diseños o las patentes siempre han ido después de las marcas. Quizás, es la protección de las marcas lo que más sensibilidad despierta. No obstante, en un territorio como el valenciano, donde la industria creativa es tan protagonista, el diseño y las patentes o los modelos de utilidad son muy relevantes. Son, precisamente, las pymes las que más deben proteger su creatividad, porque esa es su diferencia y, afortunadamente, el mito de que la propiedad intelectual es solo cosa de grandes ya se va cayendo. De hecho, la propiedad industrial bien gestionada es muy accesible. Lo importante es saber gestionarla adecuadamente para que se adapte al momento y realidad de cada empresa y sector.

¿Cuál es el proceso de trabajo de Padima con las empresas para definir estrategias de protección del diseño?

Lo primero que hacemos es analizar el proceso creativo de cada empresa, ya que no es lo mismo que cuente con diseñadores externos, internos o con ambos al mismo tiempo. Con ese análisis, y en coherencia con el sector y ámbito territorial de la empresa, sugerimos una metodología concreta, que proteja el diseño desde su inicio hasta su vida comercial. La protección de la propiedad industrial no solo se consigue registrando, sino que en muchas ocasiones se logra con protocolos muy sencillos, con cláusulas de confidencialidad, contractuales o con avisos legales que no suponen una inversión relevante para la empresa. Proteger no es igual a registrar: a veces la recomendación es “no registrar”, porque existen otras fórmulas alternativas que pueden ser más adecuadas.

El nuevo contexto marcado por la pandemia ha traído un salto acelerado en digitalización. ¿Qué riesgos conlleva, desde el punto de vista de la propiedad intelectual y del diseño? ¿Estamos, en general, preparados?

La digitalización es una realidad gracias a la pandemia. En un año es como si hubiéramos recorrido ocho o diez en circunstancias “normales”. Esta realidad influye en la forma de proteger y defender la propiedad intelectual. Ahora, protegemos y registramos pensando en que las ofertas son digitales. De igual modo, se han desarrollado muchos mecanismos de defensa online. Debemos ser muy ágiles en la eliminación de contenidos ilícitos. Es por eso que el área de digital de Padima se ha desarrollado muy intensamente en los últimos meses.

En un mundo global, llevamos años asistiendo a denuncias contra productores de ciertos países por plagio de patentes industriales y de diseño. ¿Existe un marco efectivo de protección de la propiedad intelectual, desde el punto de vista normativo? ¿En qué situación estamos en España respecto a otros países?

Al hablar de plagios, siempre tendemos a pensar en China y, sin embargo, el marco legislativo en ese país es fantástico. Tema diferente es la efectividad o ejecución de los derechos en China: ahí las cosas van más lentas y son más inciertas. No obstante, debemos de pensar que muchas de las copias que se producen en China o India son por orden de empresarios europeos o americanos. Los chinos no consumen falsificaciones; quieren originales. Así, debemos de preguntarnos si nuestra cultura empresarial y de consumo es responsable y adecuada. Por lo demás, el marco legislativo español encaja y es coherente con los estándares europeos, que, desde hace años, es especialmente sensible a la protección y promoción de la propiedad intelectual como una de las políticas esenciales para promover la creatividad, el talento y la competitividad de Europa.

"La presencia de la EUIPO en Alicante ha contribuido a aumentar la sensibilidad de la empresa valenciana con la propiedad intelectual y, por tanto, nuestra competitividad"

Alicante acoge la sede de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). ¿Qué ha supuesto en la práctica?

Es un privilegio para España y la Comunidad Valenciana tener a la EUIPO en Alicante. Sin duda, su presencia ha contribuido enormemente a incrementar la sensibilidad de la industria y empresa valenciana con la propiedad intelectual y, por tanto, nuestra competitividad.

¿Somos más activos a la hora de defender nuestra propiedad intelectual?

Hay más conflictos, pero es porque damos más valor a la creatividad y el diseño. En el momento en el que damos más valor a lo que hacemos, lo defendemos más. Las leyes van avanzando y lo hacen rápidamente, pero siempre van por detrás. Por ejemplo, los sistemas de registro se están adaptando a los nuevos diseños, sobre todo los digitales. La mayoría de legislaciones están centradas en diseños tangibles y hay que responder a una realidad en la que esta condición no siempre existe.

"Tendremos más o menos éxito empresarial, pero defender nuestra creatividad es defender nuestra cultura y eso fortalece nuestra personalidad y nuestra identidad social. Tenemos que confiar más en nosotros mismos, porque solo así creceremos. En el momento en el que damos más valor a lo que hacemos, lo defendemos más"

En su web, aparecen líneas de actividad centrada en emprendedores y startups. ¿Qué recomendaciones iniciales le haría un profesional creativo o un emprendedor que quiere lanzar su proyecto para garantizar la mejor protección?

Pues mi recomendación es que nos llame para que analicemos sus proyectos. En Padima tenemos una especial sensibilidad hacia los emprendedores y queremos ayudar a convertir sus proyectos en realidades. Por eso, y porque cada proyecto es diferente, estamos a su disposición para trazar un plan para cada uno. Es vital para su futuro y éxito empresarial que, desde el minuto cero, protejan bien lo que les hace diferentes.

¿Cuál cree que es actualmente el papel de la ADCV en este ámbito de la protección de la creatividad y el diseño? 

La ADCV cumple un papel fundamental para la defensa del diseño como herramienta de cambio social, especialmente ahora que tenemos que rediseñar nuestras vidas y la forma de relacionarnos. El papel del diseño en la sociedad debe defenderse desde organizaciones como la ADCV, siendo exigentes con las Administraciones Públicas para que respeten e impulsen políticas que favorezcan la creatividad y el diseño desde la educación: eso es lo que nos hará diferentes y, sobre todo, mejor sociedad.

¿Qué mensaje le gustaría lanzar al sector del diseño?

Me gustaría dejar un mensaje de ánimo para que defiendan la creatividad y sus diseños allí donde vayan, independientemente de que sean emprendedores, diseñadores, empresas de diseño locales o multinacionales. Tendremos más o menos éxito empresarial, pero defender nuestra creatividad es defender nuestra cultura y eso fortalece nuestra personalidad y nuestra identidad social. Tenemos que confiar más en nosotros mismos, porque solo así creceremos.