El sector diseño reflexiona sobre la ‘nueva normalidad’

23/06/20
El sector diseño reflexiona sobre la ‘nueva normalidad’

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Diferentes nombres del diseño nacional comparten sus reflexiones en un vídeo coral capitaneado por València Capital Mundial del Diseño 2022 (VWDC2022) sobre el papel de su sector en la ‘nueva normalidad’. El vídeo pone punto final al proyecto #EstoPasará, la plataforma de VWDC2022 que ha recogido, durante todo el estado de alarma, más de 500 proyectos e iniciativas creativas.

En esta serie de entrevistas, los profesionales coinciden en una conclusión: El diseño es una herramienta clave en la reconstrucción social del país tras una crisis sanitaria como la vivida.

Entre los diferentes testimonios destacamos las de nuestros/as socios/as, aunque recomendamos la visualización del vídeo en su totalidad:

Vicent Martínez, pieza clave de la historia del diseño valenciano, explica: “El diseño en este nuevo escenario o paradigma debe focalizarse y poner el esfuerzo en lo esencial, en lo preciso y lo necesario para los nuevos modos de vida que se nos vienen encima. Nuevos modos de vida que pasan, también, por los modelos económicos, centrados en las personas, en su calidad de vida, el medio ambiente y la sostenibilidad”.

La transformación digital, la necesidad de ralentizar el ritmo de vida o la emergencia planetaria con el medio ambiente son cuestiones que preocupan, y mucho, a estas fuerzas creativas. Inma Bermúdez, conocida por ser la única española que diseña para Ikea.

El hogar es la principal preocupación de Ximo Roca. “Como profesionales del diseño, hemos de ayudar en la adaptación de los espacios a nivel higiénico. Llevar a cabo proyectos similares a los del norte de Europa o Asia, con viviendas que se autoprotegen de la entrada de elementos externos contaminantes”.

Por otra parte, la inmersión en el mundo digital es una de las grandes aceleraciones de esta crisis para Ramón Esteve, diseñador y arquitecto valenciano, que pone el acento en el diseño para crear, tanto de manera real como digital, una conexión emocional con la clientela. “El mundo digital es visual y todo lo que nos emociona a través de las pantallas, lo vamos a admitir y entender mejor como usuarias y usuarios. El sector del diseño puede hacer que suceda esa conexión”, apunta.

Por su lado, Luis Calabuig, socio de Odosdesign, manifiesta: “Actualmente se están poniendo parches para proteger la seguridad sanitaria de las personas, pero no hay una reflexión profunda sobre la experiencia de las usuarias y los usuarios. Solo se piensa en el problema y el diseño puede ser clave en este proceso de idear cómo vivir estos nuevos escenarios surgidos en la ‘nueva normalidad’”.

De la mano de las administraciones públicas

Si en algo coinciden estas voces expertas es en la necesidad de incorporar el diseño en las decisiones que se toman desde las administraciones públicas. Para Boke Bazán, debe ser una obligación nacional: “Todos los agentes sociales, todas las bases de las nuevas estructuras, deberían confiar en el diseño como arma estratégica para salir de esta”. Similar es la visión de Marcelo Alegre, CEO de Alegre Design, que expone: “Esta crisis ha sido una gran disrupción que nos va a permitir al sector del diseño aportar conocimientos, soluciones y mejoras. Tener la intuición de saber qué es lo que la gente necesita ante esta ‘nueva normalidad’ y mejorar los procesos, espacios y bienestar general”.

Nacho Lavernia pone también el acento en la importancia del diseño social ante esta ‘nueva normalidad’. Incluso, de la importancia de apoyar la industrialización del país y la promoción del diseño en este ámbito. “Esta crisis debería de ayudarnos a cambiar muchas cosas, como nuestra forma de consumir, nuestro irracional estilo de vida, nuestra escala de valores. Debería servir para darnos cuenta de lo importante que es lo común, una sanidad pública y universal, una educación pública y personal, y vivir desde la solidaridad, la empatía y el activismo frente a los problemas de contaminación del planeta. Y ojalá sea así”, concede.

Para Javier La Casta, socio de Nectar, el diseño es un aliado para solventar problemas de manera creativa y eficaz, “desde lo micro hasta lo macro”. “Desde la comunidad del diseño podemos ayudar en problemas de comunicación, en diseñar soluciones para administraciones con dificultades a la hora de gestionar cualquier incidencia y en la transformación digital de las empresas que precisan dar nuevas soluciones a su clientela”, explica.

“Las instituciones públicas tienen un papel fundamental. Deberían crear concejalías de diseño en todos los ayuntamientos de España, con personas con criterio capaces de decidir, planificar y opinar sobre las decisiones transversales donde el diseño tiene cabida y que nada pudiese llevarse a cabo sin su aprobación”, defiende Pedro González, CEO de EstudioPG.

Los deseos de Héctor Serrano circulan por el mismo canal: “A largo plazo, espero que esta crisis nos sirva para valorar la inversión en investigación, prevención y sanidad pública, que han sido los pilares sobre los que se ha asentado la solución de esta crisis”.

El funcionamiento en equipo, la cocreación y el trabajo por objetivos son cuestiones que también se han visto afianzadas para Sara de la Mora. “Nos hemos dado cuenta, ahora más que nunca, de que lo más importante es trabajar por objetivos, y con un equilibrio entre el trabajo individual junto con el de tu equipo. Necesitamos aprender a ser conscientes de nuestro nuevo entorno y tener mucha más empatía. Tener una mentalidad conjunta y cocreativa. Lo que nos ha enseñado todo esto es que solo salimos adelante si nos unimos y hemos de trabajar en esos ámbitos”, explica la diseñadora.

Borja García, diseñador y arquitecto de Made Studio, señala el gran desafío que nos deja esta pandemia: “El reto mayor es aprender de lo que ha pasado. Es aprender qué cosas de las que hemos vivido durante este tiempo nos han hecho mejores, como tener un planeta más sano, unas relaciones más lógicas, un ritmo de vida más ameno… El reto es aprenderlo y lo fácil olvidarlo”. Similar es el deseo de Clara del Portillo, socia de Yonoh, que concluye: “Debemos aprender a trabajar para vivir, y no a vivir para trabajar”.